
El edificio de la Usina del Arte, fue construido entre los años 1912 a 1916 por la Compañía Ítalo-Argentina de Electricidad, para alojar una super-usina. Durante los siguientes 80 años, funcionó proveyendo electricidad a la ciudad, hasta la década de 90, cuando quedó abandonada.
En el año 2006, la ciudad de Buenos Aires adquirió el edificio y lo transformó en un centro cultural dónde se destaca una de las salas de concierto por sus dimensiones y sobre todo por su excelente acústica.
Pero la Usina del Arte no solamente funciona como centro cultural, sino también como una de las múltiples oficinas para las autoridades de la ciudad de Buenos Aires. En la parte de las exposiciones, en el último piso, se encuentran estas oficinas que también se prestan para recibir visitas de dignatarios extranjeros. Para que los visitantes del museo pueden ver a las autoridades trabajando, pero sin molestarlos por ruidos, se eligió una solución transparente.
En los 3 balcones se instalaron puertas deslizantes de gran tamaño. Dos de estas aperturas tienen medidas aproximadas de 4,50 m x 3,50 m y la tercera apertura, mide más de 7,50 m de ancho.
Las puertas deslizantes se realizaron con los sistemas HAWA-Junior 120/GP y HAWA-Junior 160/GP y se estacionan frente a paneles de cristales fijos. Gracias a la alta calidad de los herrajes incluso puertas con estos tamaños se mueven suaves y silenciosas.
Más información > www.hawa.ch / info@hawa.com.ar